ESTOY EN LA U ¿ QUÈ HAGO?
Un amigo del colegio me comentaba en un reencuentro inesperado, lo que sentía en su convivencia diaria con los chicos en la universidad. Todas sus palabras parecían sacadas de un cuento que la mayoría de nosotros conocemos al entrar al aula.
La soledad era evidente, él me revelaba en sus palabras, el cambio radical que tuvo, pues de ser uno de los alumnos mas extrovertidos, simpáticos al cual le celebraban sus chistes paso a ser como el mismo sorprendido lo decía, en un “guevon “totalmente intimidado.
Me comentaba aún mas preocupado que después de ser el primero en favorecer los trabajos en grupo, ahora de eso, solo queda las ganas de estudiar…… pero totalmente solo, pues su situación social de no tener un grupo fijo por culpa de los famosos paros es la base de su tristeza.
Es muy raro que un chico de IV semestre que ve materias de II y III ,se sienta como yo hace unos meses atrás , una perfecta primípara , que después de unos días tiene muchos compañeros y un dúo de buenas amigas (aunque a mi me fue bien , el si a mucho tendrá uno ).
Lo único que se me ocurría decirle en ese momento era que todos sentimos lo mismo cuando entramos a un mundo nuevo. Que todos pasamos por la frustración de no seguir con una rutina colegial maravillosa .Que lo único que nos queda es buscar alternativas, dejando atrás el miedo al rechazo pues la universidad es aventura y de esto se trata básicamente la vida.
Solo basta desarrollar nuevos talentos que pueden darnos una pauta para entender el arte de socializar y quien quita que en algún momento con esto lleguemos a ganar platica…. Uno nunca sabe.
Después de toda esta carreta terapéutica que le tocó escuchar de mi parte, por fin logré que sonriera y así empezamos a deducir que es solo cuestión de concedernos una dosis de confianza y positivismo. De una manera u otra nos toca proponernos que a nuestro alrededor las cosas de seguro mejoraran y nos toca recordar que lo mejor que tenemos, lo que nos hace únicos y diferentes de cualquier ser humano es nuestra personalidad y que en estos momentos no es apabullada, ahora es simplemente libre.
Un amigo del colegio me comentaba en un reencuentro inesperado, lo que sentía en su convivencia diaria con los chicos en la universidad. Todas sus palabras parecían sacadas de un cuento que la mayoría de nosotros conocemos al entrar al aula.
La soledad era evidente, él me revelaba en sus palabras, el cambio radical que tuvo, pues de ser uno de los alumnos mas extrovertidos, simpáticos al cual le celebraban sus chistes paso a ser como el mismo sorprendido lo decía, en un “guevon “totalmente intimidado.
Me comentaba aún mas preocupado que después de ser el primero en favorecer los trabajos en grupo, ahora de eso, solo queda las ganas de estudiar…… pero totalmente solo, pues su situación social de no tener un grupo fijo por culpa de los famosos paros es la base de su tristeza.
Es muy raro que un chico de IV semestre que ve materias de II y III ,se sienta como yo hace unos meses atrás , una perfecta primípara , que después de unos días tiene muchos compañeros y un dúo de buenas amigas (aunque a mi me fue bien , el si a mucho tendrá uno ).
Lo único que se me ocurría decirle en ese momento era que todos sentimos lo mismo cuando entramos a un mundo nuevo. Que todos pasamos por la frustración de no seguir con una rutina colegial maravillosa .Que lo único que nos queda es buscar alternativas, dejando atrás el miedo al rechazo pues la universidad es aventura y de esto se trata básicamente la vida.
Solo basta desarrollar nuevos talentos que pueden darnos una pauta para entender el arte de socializar y quien quita que en algún momento con esto lleguemos a ganar platica…. Uno nunca sabe.
Después de toda esta carreta terapéutica que le tocó escuchar de mi parte, por fin logré que sonriera y así empezamos a deducir que es solo cuestión de concedernos una dosis de confianza y positivismo. De una manera u otra nos toca proponernos que a nuestro alrededor las cosas de seguro mejoraran y nos toca recordar que lo mejor que tenemos, lo que nos hace únicos y diferentes de cualquier ser humano es nuestra personalidad y que en estos momentos no es apabullada, ahora es simplemente libre.
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